LVE01 - Videojuegos para aprender, ¿buena idea?
Con un contenido muy valioso e inspirador Jean Paul Gee, el autor de este libro nos detalla en profundidad el potencial educativo que tienen los videojuegos.
Nos gustaría hablar un poco sobre este libro, al cual consideramos de un contenido impecable y un poco inspirador de nuestro proyecto. Como su nombre lo indica nos habla sobre los aprendizajes que debe hacer un jugador para poder avanzar en un en un juego y cómo un diseñador de videojuegos debe volcar unos buenos principios de aprendizaje en sus producciones, para que el jugador pueda incorporar rápidamente esos aprendizajes para jugar, avanzar y no frustrarse y abandonar el juego.
Este libro que tiene ya veinte años describe 36 principios de aprendizaje de los videojuegos, adelanto que los 36, fueron fuente de inspiración para trabajar con empeño en Odisea Elemental, nuestro primer videojuego. En estos Lunes de Videojuegos y Educación vamos a comentar algunos de estos principios, además de subir contenido de diferentes fuentes sobre esta temática. Comenzamos por los principios 1 y 6.
“1- Principio del aprendizaje activo y crítico
Todos los aspectos del ambiente de aprendizaje se conjuntan para estimular el aprendizaje activo y crítico, no pasivo, incluidas las formas en que se diseña y presenta el ámbito semiótico”. (Gee, 2004, p.249).
“6- Principio de la ‹moratoria psicosocial›
Los alumnos pueden asumir riesgos en un espacio en que estén amortiguadas o disminuidas las consecuencias del mundo real”. (Gee, 2004, p.249).
Nuestra reflexión sobre estos dos principios es que ambos son tan poderosos, que creemos sería muy provechoso incorporarlos en un sistema educativo que, como todos los que formamos parte de él sabemos, pide a gritos un cambio en sus paradigmas. Esta incorporación, aclaramos porque es un contrapunto que recibimos siempre, no reemplazaría una clase y mucho menos a un docente, sería a modo de herramienta soporte de la clase.
El primero, por el simple hecho de que creemos que es muy motivador para un alumno estar, por un momento, en un rol activo hacia su propio aprendizaje y no en un rol pasivo de solo escucha al docente. Este cambio en el rol protagónico del alumno puede también agilizar el proceso de enseñanza-aprendizaje, facilitando el trabajo al aprendiz y al docente.
El principio número 6, porque creemos que sacar el peso del riesgo cometer errores, puede hacer sentir más libre al alumno de equivocarse durante el proceso de construcción de su aprendizaje, y que, en consecuencia, este proceso sea más fluido.
Y tú, ¿qué piensas sobre estos principios? Déjanos en comentarios tu opinión y abrimos debate.
Bibliografía:
1Gee, J. P. (2004). Lo que nos enseñan los videojuegos sobre el aprendizaje y el alfabetismo. Málaga: Aljibe.